Me gusta encontrarme
cosas que me recuerdan a ti
en los bolsillos:
una piedra,
una bellota,
un trocito de espumillón,
un superthing,
tus guantes…
Cosas que me hacen pensar
en el olor de tu pelo,
en tu sonrisa de dientes diminutos,
en tu cuerpo pequeño
y suavecito
y me bajan a la tierra,
a tu abrazo calentito.
Mis bolsillos
son prolongación de los tuyos,
siempre te guardaré un huequito en ellos
para ayudarte a llevar tus cosas.
Aunque el día de mañana
sean cosas más pesadas
y más densas,
cosas que arañen o pinchen.
Aquí siempre tendrás un sitio
en mis bolsillos,
en mis brazos,
en mi corazón.